lunes, 30 de junio de 2008

UN IMPETUOSO DESEO

Le dije con el fragor de un espeso sueño: bésame en la mejilla. Contestó con el canto de la sorpresa: ¿por qué? Deseo saber si eres real o formas parte de mi locura. Después, ella al sonreír, suspiró en palabras, con su briosa mirada, si no sería mejor acercárseme con sus labios, aletearme sus brazos, escurrirme la punta de su lengua, pintarme con saliva un corazón en la punta de la mía y regalarle a mi nariz de la suya el oxígeno a raudales, y pellizcarme mis dos manos de sus dedos para así alejarse de mi boca con un mordisco de la suya. ¡Oh!, sí, sí, gritó mi boca desde mi alma. Entonces me escribirás un poema, replicó la suya. Se alejó, jovial, y a través del viento me dibujó un beso azul y con su semblante me abocetó un fino lamento.

INFARTO NOCTURNO

Jadea como un toro que espera la estocada, igual al atleta que acaba de cruzar la meta, resollando al cavar impetuosamente una zanja al sol, ¿será la suya? Gira la cabeza, una y otra vez, doblando su cuello de piedra, con el paso presuroso que intenta lanzarse a la carrera pero no puede, ¿qué ocurre?, hay una cuesta empinada, cada vez más, con escalones que crecen cuando mira atrás, y suda. El sudor le ciega. Mira una esquina, no, es un árbol que engorda si lo observa, y gira la cabeza, y corre, ¡no!, anda con las rodillas pétreas para sentir que algo lo sujeta por detrás y siente una mano recia penetrando su columna vertebral que le golpea el corazón.

sábado, 21 de junio de 2008

EL PRIMER MITIN DE MI VIDA

-publicado en mayo de 1999-
""Hace tiempo gusto de contar una anécdota en mis círculos familiares o de amistades. Pero en los días sobre el bombardeo de noticias, y otras bombas, sobre Kosovo y su guerra emborrachando mis neuronas que me decido a plasmarlo, de una vez, en ese maravilloso desahogo llamado "k"atarsis, el acontecimiento. Circunstancias de la condición humana. Oigamos.
Transcurría el año 1982, y, para instalarnos en la situación, diré que las elecciones generales en el Estado Español estaban a punto de suceder.
La UCD gobernaba, y al ejército español en la OTAN ingresaba.
El PSOE fuerte empujaba, y de sacarnos de la OTAN su campaña trataba.
Ubicada en una zona del sur de Madrid, pero que pudiera tratarse de cualquier otro sitio, ya que los mítines, todos primos hermanos, proliferaban por doquier, como los níscalos en otoño, hallé esa mañana una tarima donde varios gerifaltes del PSOE trataban de hacer campaña...
!OTAN NO¡... !OTAN NO¡... !OTAN NO¡... !!BASES FUERA¡¡...
Era Domingo. Era la primavera. Y yo cumplimentaba con la sociedad, a mis veinte añitos, realizando el Servicio Militar en la maravillosa ciudad de Sevilla. Me encontraba de permiso hasta ese mismo día por la noche, donde un viaje nocturno en tren me haría separarme de lo que mucho me importaba; o sea, los familiares allegados y una jovencísima novia, que al despedirme no sabría cuando podría volver a verla. El mitin comenzaría en breves minutos.
Todos nos apiñamos en rededor del evento, a la jolgoriosa espera de escuchar a "las manos derechas" de Felipe González. El lugar se llama: El Parque de la Amistad. Allí se platicaría toda clase de razonamientos en contra de la UCD; y contra Adolfo Suárez, malvado irresponsable por colarnos en la OTAN a guerrear... !!OTAN NO¡¡... !!BASES FUERA¡¡ Hay que salir inmediatamente de la OTAN, decía un señor con barba oscura y recortada, el que parecía el mandamás (Javier Solana) en ese acto socialista. !!OTAN NO¡¡... !!BASES FUERA¡¡...
Y así transcurrieron tres horas y pico, hasta la hora del aperitivo del mediodía, donde cayeron una docena de botellines bien fresquitos. Sin comer y sin meditar demasiado pasé el rato.
¿¡Cómo que no vas a Sevilla!?, me dijo mi novia. Yo le replicaba, a las nueve de la noche, que los socialistas iban a eliminar el ejército y que ya no habría problema (¡ha!, la cerveza), y que no iba a permitir que un fusil nos separara. Que un señor, que regalaba sinceridad, lo había jurado, lo haría cuando accedieran al poder. También la convencí para que los votara, aunque no quería.
Lógicamente volví a Sevilla. Ella, o el propio proceso eufórico de bajada que propicia la birra, consiguió convencerme. Me ayudó a enfundarme la ropa militar de bonito. Ésa que hace que tu cuello y tus sobacos nunca más vuelvan a ser la misma cosa.
Saltamos a una noticia de un bombardeo fallido de la OTAN el día 27 de abril de 1999. Un señor afable, con barba canosa y recortada, dice que la muerte de 17 inocentes (los famosos daños colaterales); digo, que dice que ha sido sin querer. Y comenta que la tecnología no es perfecta y que siempre va a fallar alguna cosa. No te jode. Al señor que dice esto no se le arruga la cara, porque ya la tiene arrugada. Y sospecho que le ha debido suceder al pasar unto al Parque de la Amistad y algún otro, y al tratar de esquivar su condición humana. Debe odiar los espejos. Por supuesto que ha sido sin querer Sr. Solana, D. Javier Solana.
En 1982 usted hizo que la ilusión de unos chavales subiera por las nubes. Durante todo este tiempo yo he contado la anécdota como desahogo personal sobre el cambio de ideología socialista, al acceder al poder, y de como fui testigo directo en una de las mayores hipocresías que un político puede ejercer. Incluso admitiendo que la política es el arte del engaño reconozco que la suya me ha desbordado... ...!!OTAN NO¡¡... !!OTAN NO¡¡... !!BASES FUERA¡¡...
Se ha cagado usted en su slogan de tal manera que el simpático azar le ha puesto al servicio de los propietarios de aquellas bases militares y al mando de uno de los mayores aglutinamientos militares en la historia de la humanidad. ¡Qué le aproveche S. Solana!
Pero no se preocupe demasiado, usted sólo ha hecho confirmarme la condición hipócrita humana; sobre todo cuando se huele, se esnifa el poder. Algo que ya he comprobado sobradamente.
Aunque de ahí a tirar bombas media un abismo. Y se puede quedar tranquilo si lee esto alguna vez, le prometo que la pelea definitiva con aquella novia vino destinada por otros detalles agregados a aquél, el que fue el primer mitin de mi vida. !!OTAN NO¡¡... !!BASES FUERA¡¡...
Ala de mosca, D. Javier Solana"".
-basado en el original de abril de 1999-

martes, 17 de junio de 2008

"K"ATARSIS AMOROSA en clave de HAY QUE JODERSE (II)

Afecto, cariño, ternura, mimo, adoración, idolatría, pasión, idilio, corazón, querencia, devoción, cupido, voluntad y otras.
Odio, rencor, aborrecimiento, encono, inquina, animosidad, desamor, resquemor, tirria, resentimiento, ojeriza, manía, malquerencia, animadversión y demás.
Cuántas acepciones para una misma situación: el amor y, su antagónico, el desamor.
¿Cómo se distingue uno del otro?; ¿cuál fue el primero?; ¿cómo sabemos del amor o desamor que profesamos a otra persona?; sobre todo, cuando nuestros sentimientos están tan vírgenes que todavía se nos ilumina la cara con distintos tonos y colorido a medida que se nos acumulan nuestras primeras sensaciones.
El frío y el calor van tan unidos como el amor y el desamor. Valga como ejemplo: para un esquimal el calor es tan novedoso como para un africano una buena helada.
Tanto para uno como para el otro la medida justa -una vez conocidos los dos extremos- pasaría por ser un clima cálido, templado, suave, etc...
Ni el compungido estado que te transmite el frío ni el desasosegado sentimiento al que nos traslada el calor.
Si el amor es el calor y el desamor el frío, ¿cuál sería el estado óptimo para cualquier persona medianamente estable?, emocionalmente pensando.
Hagamos entonces una leve reflexión, aunque sólo nos sirva -si acaso- para pasar unos minutos de entretenimiento subyugal.
El amor nos traslada automáticamente al estado pasional, y poco racional, en el que pasamos de pensar que la vida es muy triste a que ésta es la perfecta maravilla.
El desamor nos traslada inmediatamente a transformar la fascinación por vivir en salpicadas sensaciones de estar rodeados de auténtica basura.
¿¡O NO!?
Quizá la medida correcta sea una condición intermedia en la que nuestros impulsos no varíen entre picos y picos de disconformidad. O sea, es decir, un amor templado o un desamor cálido, o... yo que sé. El que lo sepa que lo comunique cuanto antes, por favor.
Y si no, pues: HABRÁ QUE JODERSE.

lunes, 16 de junio de 2008

UNA VERDADERA SENTENCIA

SENTENCIA Nº ...
FUNDAMENTOS DE DERECHO
PRIMERO .- Que a tenor de una consolidada y pacífica doctrina aquilatada al alimón por el Tribunal Supremo y por el máxime intérprete de nuestra Carta Magna en relación con el alcance y operatividad del principio acusatorio, se colige que la adecuada correlación entre acusación y pronunciamiento jurisdiccional implica para el juzgador un doble condicionamiento, uno de contenido fáctico ya que no le es dable sopesar o evaluar ningún hecho o acontecimiento que no haya sido delimitado por la acusación, esto es deviene absolutamente inviable incluir elementos fácticos que sustancialmente varíen o muten aquella, y otro de naturaleza jurídica que se anda a la calificación de dichos hechos por las partes acusadoras. Así las cosas en presencia de los particulares, argumentos y razones reflejados en el acta confeccionada por el actuario con simultaneidad a la celebración del plenario resulta reglada al emisión de un pronunciamiento de signo absolutorio.
(¡Madre del amor hermoso!, y eso que es absolutoria)
SEGUNDO .- Que conforme a lo dispuesto - a sensu contrario - en el artíulo 123 del C. Penal, artículos 239 y ss. de la Ley Rituaria Penal las costas vertidas durante la sustanciación de las presentes actuaciones han de declararse de oficio.
Vistos los preceptos legales citados y demás de pertinente aplicación,
FALLO
Que debo absolver y absuelvo...
(Y así las cosas. Imaginaros cuando la sentencia sea de culpabilidad la lectura que debe tener. Yo sé de uno que con toda su sentencia absolutoria estuvo un poquito cagado un buen rato. No hagáis las cosas sensatamente y viereis la de sentencias que tendréis que leer. SUERTE.)

jueves, 12 de junio de 2008

UN BREVÍSIMO DESAHOGO

Rosauro tiene otro de sus ataques catarsitónicos:
- Ya sé que es un engreído, con todos esos músculos forrándole el cuerpo. Tú sí que lo entendiste, por eso te portaste tan frío. Y él te aprecia, no creas. Desde el principio, ¿recuerdas?, por aquellos días que lo pasábamos tan bien los tres viendo películas románticas y en la resaca de las fiestas esas pelis de acción con aquellos tipos hipermusculados. ¡Ha!, qué momentos tan inolvidables. ¿Recuerdas cómo lo conocí?, en aquel restaurante tan mono, como Rober se me acercó y me pidió fuego con sus ojazos tan profundos, y claros, donde yo pensé por unos instantes que el fuego iba a salir de su mirada. Él, que podría engatusar a cualquier ser, incluso a ti. Eso parecía en un principio. Pero, más adelante, demostró su verdadero rostro, el de un vividor, un chulo, un macarra sin escrúpulos, sacacuartos. Nos ha dejado como estábamos, al principio, sí, con mi triste sueldo para los dos, y un montón de cosas que comprar. Lo fue vendiendo todo poco a poco. Y yo sin enterarme de nada. Siempre he sido tan inocente, ¿verdad?.. Sólo me gustaría verlo otra vez. No, no es lo que crees, es para decirle que es un cerdo... ¡aaay!
- "Miaaaaaauu..."

viernes, 6 de junio de 2008

DECIR... TE QUIERO...

Ante el increíble poder el amor, ¿duradero?,
que a mis oídos regalas dulce música blanda,
de esas palabras afables que, de ti espero
y oírlas, una y otra vez mi espíritu canta

ansioso y plastilino al que tu voz manda
en mi corazón desvalido, y yo desespero
un día y otro, por oírlas me esmero
de parte de mi alma que sin ellas se espanta.

Droga necesaria en mi vivir,
inútil esquivarla en su constante acecho
de un ser ¿inmerecedor? y ¿despistado?,

que de negarse tal placer para qué existir,
si cuando se le oye se estalla el pecho.
Y si no, diferénciame tú el ser de no serlo amado.

jueves, 5 de junio de 2008

"K"ATARSIS AMOROSA en clave de HAY QUE JODERSE (I)

Vamos a ver si me explico, o sea, ponerme de acuerdo con ustedes un poquito. ¿Qué sería lo más preciado para una damisela que está a punto de cruzar el umbral de la adolescencia y que por un casual se hubiera criado en el marco de una sociedad puritana? Qué sería aquello por lo que debiera contenerse los impulsos primitivos de atracción sexual a los que todos nos debemos. Qué sería aquello tan preciado que le puede abrir las puertas de la "libertad", y romper los vínculos que la atan irremisiblemente a su familia. Qué tesoro puede guardar una muchacha como personal e intransferible dote, que sería exigida en esa mencionada sociedad (cerrada, primitiva, anacrónica, con fuertes arraigos religiosos...) Premio: la virginidad.
Mientras el virgo siguiera intocable cualquier otra relación quedaría totalmente disculpada, y la amistad como protagonista. Nos saltaremos el toque picaresco, ahora no toca.
Mi entrante reflexión viene para los tiempos modernos del s. XXI y en una sociedad cosmopolita, donde cualquier síntoma de arraigo o tradición con respecto al sexo estuviera mal visto. Donde los matrimonios no son para toda la vida. Y donde las relaciones sexuales han tomado el cariz e importancia que les corresponde; nada más.
Hombres y mujeres, condenados a entendernos, a excitarnos, a amarnos, a sobrellevar juntos esta andadura impuesta. Hombres y mujeres, encadenados al sexo. Ellos babeando por ese coño. Ellas suplicando entendimiento. El hombre piensa en comprender después de pensar en follar. La mujer no ofrece el sexo (¿?) si antes no hay comprensión. Esta doctrina no entiende de razas.
Así nos cuesta a ambos llegar al final del camino sin tropiezos. ¿Quién da el primer paso? Ceder al chantaje en el que el hombre debe ofrecer amistad (normalmente unilateral) esperanzado en que pueda satisfacer sus ganas sexuales con la persona deseada pero con la amenaza de quedarse sin una opción ni la otra de prevalecer su insistencia; no recoge fruto final; fijo.
Cuántas veces hemos deseado a esa muchacha, mujer en ocasiones, y hemos sentido el rechazo debido a esa amistad que antes habíamos creado y fomentado. "¿Es que luego ya no seríamos amigos?"; "¿sólo te puedo ofrecer amistad?" (igual te acaba de conocer, cuánta esplendidez). Idea hipocritilla que aparcan en cualquier playa de verano o en una discoteca de las afueras.
Pienso que el alma es bastante más importante (pues desempeña un papel estelar en la amistad) que ese tesoro que se oculta entre las piernas. Y se debe admitir que al hombre le va a resultar muy difícil (si no, doloroso) dar paso a una amistad que coaccionará los deseos sexuales. Y con la segura certeza que esa barrera la "amiga" se la saltará con otro hombre.
Entregarle el alma a un supuesto, y/o presunto, amigo. Abrirle los secretos de tu interior. Todo eso es bastante más importante, y serio, que echarle un polvo de vez en cuando.
Las cosas en su sitio, por favor, y no mezclar ofrecer compañía con dar amistad.
Y de no ser así, pues: HABRÁ QUE JODERSE.

miércoles, 4 de junio de 2008

UN EPITAFIO

Un hombre de ademanes abatidos se acerca con paso presuroso -al sitio- portando un pequeño -¿gran?- regalo en su mano derecha. Parece hablar solo. Lo escucho con viva curiosidad y curiosa discreción...
""Al principio y consumado el hecho,
mi amada,
y con el sabor todavía humeante
en mis entrañas de aquélla,
tu -roja y oscura- sangre,
mi sueño -pesadilla- en un instante.
Roja oscura, el día crece sombrío
y entonces mi sueño -ya,-es muy constante.
Quiero y no puedo, trato pero no debo, recuerdo tras recuerdo,
para al final el mismo:
sonrisa con cólera, cariño con más desprecio,
la dulzura sin hermana
y el amor abalanzado hacia el suelo".
El hombre se postra, indeciso, frente a una tumba de mármol blanco...
"Sin verte yo te noto
sin notarte siempre te veo
y carrusel de miedos y toda mi vida en un mal pozo.
Mi mal lograda -buena- compañera,
encanto de mujer, hermosa brisa,
el tiempo apisonador, aprisa,
me quitó la razón para que mi juicio muera
y, entonces, tú muerta y yo sin risa.
Con ella cabalgas, allí te empujé,
apocalíptica situación de celos malditos,
que -sin pensar- su guadaña empuñé.
Ahora, bien la pido
y pregunta a pregunta de ella, sonriente muerte,
me asusto y dejó en el olvido..."
Deja caer lentamente, aquello que porta, en la losa...
""Aquí postrado, ruin y malvado,
toma estas flores que yo te traigo y toma estas lágrimas
de un hombre sin arraigo,
que en dos fieles cursos dos ríos deseo te formen
para flotar esa fría piedra
en la que te he sepultado.
¿Qué es el morir, vida mía,
sino una gota de sudor resbaladiza,
o un beso espirado en un adiós no deseado,
una gota de lluvia que cae sobre el hueso -ya- desechado?
Sino una rama voladera,
un ahondado suspiro
o esa ola de cresta blanca rompedera.
Todo eso muere, mi amada,
y todo vuelve a vivir;
si tú también, ¿gran exquisita duda?,
a mi dios le digo el amén."
El hombre se arrodilla y lanza sus brazos y manos al frente...
"¿Qué hice mal,
qué no hice bien,
qué te faltaba mi eterna deseada
y dónde acudir en mi inquisidora soledad,
dónde poder evitar todo brote de maldad?
De mis brazos volaste
en ese -último- intento
a otros -aquéllos- oportunistas, innobles,
que de falso cobijo te llenaron
y a mí de maligno odio me rociaron"
Ahora, el hombre se reincorpora...
"Tarde tormentosa,
borrachera sonada,
noche inquisidora,
paso dubitativo,
duda confirmada,
gesto imperativo,
un golpe decidido
y tú -¡ZAS!- sin respiro.
¿Qué es la locura,
qué, sino ese desorden equívoco,
qué, sino olvidar lo más querido,
sino tu compañía haber perdido
sin ofrecer ninguna cura".
Coge el ramo con delicadeza y lo deposita en el marchito florero...
"Hoy aquí con todo dolor incrustado
en mi horrible pena firme llevada
entre cuatro tristes grises paredes
que por enajenado
en vida se me condena.
Hoy, aquí otra vez,
con este inocente ramo, augusto e ignorante,
a escanciar mi llanto
a leer ese grabado
a respirar tu fresco
y a morir otro tanto".
Mira al cielo...
"Me vuelvo a prisión -mi sitio-
para comenzar otra nueva misiva
inspirada encomienda y relajada.
Final insensible,
epitafio inamovible
para esa nuestra trágica historia,
ya indecible".
El hombre vuelve su mirada hacia la inscripción en la lápida, a la vez que se limpia sus húmedas mejillas, triste y abatido parece casi chillar...
"ÉL CON OTRA...
TÚ CON ELLA...
Y YO, ¡YO!, SIN TI...""
Y lo veo alejarse, decidido y encaminado hacia a la puerta del cementerio. Allí, lo está esperando una pareja de la Guardia Civil. Lo meten en su coche.
Estuve un buen rato extrañado y compungido leyendo ese epitafio.