martes, 13 de enero de 2009

UN NIDO YA SOLITARIO

La cigüeña alegre y pasajera
vuela que te vuela
pues a su pareja quiere encontrar
y navega que te navega
ya que en soledad no quiere más.
Mil kilómetros tienen la culpa
en su huir,
atrás montes y mares,
venga de nuevo a partir.
Y otra espera que te espera
ya que mucho desea vivir.
Entonces los hombres la ven allí,
una solitaria cigüeña
en aquella chimenea
esperando a su pareja
para mimarla y a residir.
Marchan raudo ya,
una bandada de otros,
ajena a ella que vé pasar
y la esperanza va a caminar,
ilusión ferviente,
sabia naturaleza
que al animal amor vuelve a dar,
pues una ya gira y la mira
y canta y canta
adiós a la soledad
para juntos volar y volar.
La mano negra humana aparece,
muy de pronto,
y el arma fría innatural
ya actúa de un tiro certero.
¡Su pareja cae y perece!
Y mientras llora una cigüeña,
el cazador su suerte
va y la agradece.

1 comentario:

MANUELO dijo...

Siempre hay alguien que da un tiro mal pegao...