lunes, 10 de agosto de 2009

SE DICE EL PECADO NO EL PECADOR

Esta frase puede interpretarse de dos formas: cuando se oculta la persona que nos informa de algo que ponemos en relevancia o cuando relatamos un caso esperpéntico, cruel o humorístico y deseamos ocultar al protagonista del evento.
Es un dicho que para algunos gusta de conceder el rango de precepto. Son los cotillas y los tocacojones profesionales. Sólo lo debiera ser para los periodistas intermediarios de la información necesaria para que el Estado de Derecho funcione mejor para todos y los canallas sean descubiertos por los ciudadanos anónimos, siempre con las fuentes (de donde procede dicha información) bien contrastadas, claro, y dispuestas a testificar ante un juez si hiciera falta.

Esto sería lo serio y formal del asunto.
Pero hay un caso en el que se utiliza, para mi en plan cobarde, con la intención de hacer público un acto que al parecer hayas protagonizado tú (este tú es el que nos engloba a todos) y que se te comunica en un momento en el que tratan de joderte. Me explico un poco mejor: te exponen una acción tuya que dan por buena y/o válida sin haberla contrastado antes contigo en soledad, y han creído al primer comunicador del hecho a pies juntillas. Es decir, creen la noticia, sin duda por ser un hecho chungo y que te perjudica, y te lo CUENTAN a ti como si estuvieran en posesión de la verdad fiándose de otra persona que, según el que utiliza este método, ha hablado de ti. Y una mierda para todos los que lo utilicen. En este caso, cuando te digan “es que se dice el pecado y no el pecador”, porque supuestamente están protegiendo a alguien y te impiden a ti un careo con dicho individuo, lo lógico, digo yo, es pensar que la información parte originalmente de quien te la está comentando, mientras no revele a su confidente, y refrendarle claramente, si es mentira como si no, que te está provocando y creándote una difamación. Vamos, intentar desarmarlo.
Creo que está bien claro. Si alguien te acusa de algo porque se lo han contado y no te ha dado la oportunidad de obtener un careo con el contador y tampoco te lo ha confesado a solas con preocupación por si fuera verdad lo que pretende en verdad es desarmarte a ti y/o abochornarte.
Se convertiría, pues, en tu enemigo.
Así lo estimo yo.
SUERTE.

1 comentario:

Anónimo dijo...

QUE TE MEJORES que ya "me ha contado un pajarito.." y se dice el pecado pero no el "pajarito"....