jueves, 9 de diciembre de 2010

La entelequia en los Programas del Corazón

ENTELEQUIA Cosa real que lleva en sí el principio de su acción y que tiende por sí misma a su fin propio. Es una teoría que se sustenta por sí misma sin medios, ni la intención, para comprobar. El Universo es infinito, porque no puede ser otra cosa.
(Si no intentad demostrar lo contrario)
CHISME Noticia verdadera o falsa con que se pretende indisponer a unas personas con otras o se murmura de alguien.

Ahí va la HIPÓTESIS de los ejecutivos: los programas de chismorreo, de chismes, o sea de prensa amarilla, o eufemísticamente llamados del corazón, de la parrilla televisiva, son lo que la gente solicita por eso se emiten a tutiplé. Digo: se emiten a tutiplé, no hace falta pedirlos.
¿Qué fue primero? Es la pescadilla que se muerde cola.
¿Es que acaso los ciudadanos nos personamos a principios de los años noventa en los estudios de televisión para solicitar los dichosos programas, CORAZÓN CORAZÓN, QUÉ ME DICES, TÓMBOLA, SALSA ROSA, AQUÍ HAY TOMATE, SÁLVAME, DEC, LA NORIA, etc? Algunos ya desaparecidos a la fecha y otros, en especial el primero, que sobreviven con dignidad. ¡NO!, no lo solicitamos, nos lo han impuesto. Comenzaron a emitirse al mediodía, a la hora de comer en familia. Fueron muy buena compañía debido a que mitigaban los silencios, y por la sensación que transmitían de hacernos sentir bien. Pues criticaban a otros.
El asunto surgió por espontaneidad debido a que los ejecutivos de televisión siempre andan buscando nuevos productos originales para emitir. ¿Verdad? Tuvieron éxito, mucho éxito, enseguida, ya que la condición humana y la incultura social general, en esa coyuntura, así lo favoreció. A todos, sí, a excepción de un 1%, nos gusta un chisme más que una boda, sobre todo si es en televisión, y agustico tumbados en el sofá del comedor.
Con estos programas se calma nuestro instinto de cotilla. Los sondeos así lo señalaron rápidamente en las encuestas. A las televisiones les sale baratísimo, por otra parte, y crean bastantes puestos de trabajo con toda la parafernalia que montan, detalle a no olvidar. Por supuesto alguien se enriquece con ello más de la cuenta; pero ¿a quién le importa?, es un producto que nos regalan y el mando no te obliga a seleccionarlos.
Una vez charlaba con un compañero y le dije que a veces yo veía dos películas de DVD seguidas, y contestó que cómo lo podía soportar, y le repliqué que de un modo parecido a como el se tragaba cinco horas seguidas de uno de esos programas sentado en el sofá con su mujer, y dijo que él no se aburría con eso. Hay que joderse, él daba por hecho que yo visionaba las películas por aburrimiento. Cuando es todo lo contrario, veo esos programas cuando estoy soporífero y desganado. Son coloridos, salen modelos, y, repito, son gratuitos. ¿Ustedes pagarían por verlos? Yo nunca.
No los estoy defendiendo, por si he dado esa impresión. Simplemente habrá que esperar (ojala tarde muchos años) que sucumba alguna generación y a ver si la siguiente es capaz de erradicarlos. Mientras tanto, habrá que tener cuidado con que los jóvenes no crean que ese es el camino, el del GRAN HERMANO o los montajes falsos con famosOtes, y dejarles claro que no hay que tenerles miedo ni prohibírselos, simplemente que tengan consciencia que son un tiempo perdido para estudiar, leer o pasear.
Los utilizo como ruido de fondo. Jamás los hecho de menos.
Con respecto al personaje Belén Esteban, aunque su presencia ya es pesada, sólo diré que estoy seguro de que si me fuera de cervezas con ella me lo pasaría de puta madre porque denoto su franqueza y naturalidad, aunque se lo tenga algo creído. Añado, que estoy más que harto de sentir a mi alrededor peores sensaciones, de gente, que las que ella me transmite.
Estoy obligado a aguantar a esos seres. Y ellos a mí, supongo bien.
Y no existe mando a distancia, entre nosotros, que nos libre de ello.
SUERTE.

1 comentario:

MANUELO dijo...

Quién niegue que no se traga los resúmenes, al menos, de esos programas mencionados, es un mentiroso/a.