El tipo se fija en las blancas bragas
de la muchacha; son grandes, amplias y cubren todas sus partes íntimas de
sobra. Le recuerdan a las que se le veían, en la adolescencia, a sus vecinitas
al saltar a la comba.
La chica clava sus pupilas con los
ojos entreabiertos y mirada picarona hacia el hombre. Ella agita su negra
melena, cabello muy suelto y recién peinado. Apenas cumplidos los treinta
años es una hermosa joven cuya folclórica vestimenta de mendiga la afeaba. Se
sube la falda hasta el ombligo para descubrirle sus encantos femeninos, al
tipo. Se le vislumbran unos pechos pequeños pero muy bien puestos, al cielo.
¿Te gustan? Joder, sí. ¿Qué significa: joder? Lo que me gustaría que hiciéramos
los dos ahora mismo en mi cama de matrimonio. Ah, ya sé, lo que quieres es
follarme. Claro, pero podríamos empezar haciendo el amor.
Siéntate
aquí, reclama él, que te voy a dar el mejor beso de tu vida. Así sucede, con la
falda remangada se aposenta junto a él con los muslos abiertos como si quisiera
airearse el monte de Venus. Él la abraza con su izquierda y con la derecha le
palpa el coño por encima de las bragas mientras la besa en los labios
regalándole un breve mordisquito antes de meterle la lengua. Ella responde al
beso girando su cuerpo para favorecer el roce de sus tetitas contra el pecho
del tipo y aprovecha para devolverle el mordisco. Ahora la postura es muy
cómoda para ambos y favorece que él pueda seguir besándola, meterle dos dedos
en la vagina, apartando las bragas hacia abajo, y masajearle el clítoris con el
pulgar. Pronto la muchacha comienza a gemir. Descansan los besos. Los dos dedos
entran hasta el fondo y el clítoris sale del escondite. Él recibe un bocadito
en el cuello. ¿Quieres que te chupe tu polla?, sé que a los españoles os gusta
mucho. Te aseguro que a los esquimales también. No se sabe de dónde sale un
cojín para que ella se arrodille. Él se desnuda de ombligo para abajo y deja
respirar su miembro más personal. La tienes más guapa que mi marido. ¿¡Cómo!?,
¿estás casada?, mecagoeneldemonio. No
te preocupes, no se va a enterar, es un cabrón asqueroso que se acuesta con
todas. Siendo así, podemos seguir. Me la has puesto más dura que el roble,
chica. Se introduce el glande en
la boca mediante una suave fricción con sus carnosos labios. Él tipo nota como
el calor se confunde con sus jugos sexuales y tiene que hacer esfuerzos para no
correrse en ese justo momento. Cariño, sigue así. ¿Puedes rozarme con tu lengua
todo a lo largo de mi polla? Claro, cariño, haré todo contigo. La chica entonces
se mete el pene completamente en la boca. Dicha frase es crucial. Eyacula en su garganta, sin poder evitarlo. Ella se aparta rápidamente y tose durante
varios segundos. Tiene los labios manchados de semen. Él se los limpia
dulcemente con los dedos. La besa en los labios y después en la mejilla. Luego
la masturba con maestría durante varios minutos.
La chica se retiró a
lavarse de nuevo.
Salió completamente vestida.
Él le ofreció como
obsequio treinta euros para que ya no tuviera que sentarse a pedir comida en la
puerta del supermercado más, durante ese día, y comprara.
La
acompañó hasta el portal. Gracias. Gracias.
El
tipo retornó a su hogar para disfrutar de una buena película de acción.
Jamás volvieron a verse.
Jamás volvieron a verse.