viernes, 14 de febrero de 2014

San VALENTÍN es un señor muy románticO

Any escucha un pájaro cantar y recuerda los besos de su abuela. Todos comentan sobre ella que es muy guapa. Que es simpática. Y es muy joven. Any tiene dieciséis años y estudia un curso preuniversitario. Se conoce de su contento, extra, debido a que pasado mañana es el día de S. Valentín. Es el día de los enamorados y es sabedora que recibirá algún premio por parte de los  demás chicos. Los que tanto la miran en clase. Ella ya ha sembrado la correspondiente semilla.
- Me hace tanta ilusión el día de los enamorados, siempre me regalan alguna cosa... ¡es tan romántico! Saldré a pasear con alguno de los chicos  que me regalen.
_Sus compañeros de clase han recibido la misiva.
_El día anterior a la festivalera jornada, todos los compañeros quedan en la entrada del instituto. Eso se logra mediante una comunicación a través de la pizarra. Aquellos mensajes que se dejan escritos, sin autor firmante, pero que al cabo todo el mundo sabe quién los ha escrito.
_Han sido Any y dos compañeras más. Han preparado una apuesta para ver cuál de ellas recibe más sorpresas. Más tarde pasearan por el parque cercano y atenderán unos momentos a los chicos, y después... bueno, después quizá se enamoren de alguno. 
_Any deja que su mente vuele como una niña con alas de algodón. Ella es morenita y alta. Es risueña y se teñirá el pelo, para la ocasión, de rojo carmesí.
2
_El Sol acompaña en el día 14 de Febrero; ése es un buen regalo, la cálida temperatura. Ello favorece para que todos se vistan con ropa ligera. Y las chicas con faldita. Y Any con la falda más ceñida inimaginable, debajo: unas medias transparentes pero muy oscuras.
_Las tres amigas acceden a sus compañeros de clase en una esquina de la puerta principal. Casi todos llevan gafas de sol. Están guapísimos y radiantes. Y también se persona el más guapo de la clase, encima lleva un paquete de grande como una caja de zapatos y con un envoltorio llamativo y de colorines. Todas caen en la cuenta, enseguida, que debía de ser un regalo muy especial.
- Fíjate, igual son unos zapatos y todo. Cómo me los regale a mí... me parece que dejaré que me desvirgue... jajija.
_Expresa la amiga rubia de Any. Se ha pintarrajeado la cara de forma especial y lo ha hecho a escondidas y ahora dice que se iba a retocar. Pasa cerca del chico, del fastuoso regalo, y lo mira con un brillo en sus ojos que sería capaz de reflejarlo la frente.
_Any también lo mira. 
_La tercera amiga se fija en un muchacho que la traía loca desde el principio del curso. El muchacho valiente es el primero en ofrecer su regalo. En cuestión de dos minutos son los primeros en marcharse al parque. El chico va diciendo que ha traído algo especial para fumar. "Unos cigarrillos de mezcla, de los que fuma su hermano mayor, que se los ha robado".  Se marchan. Allí los esperarían.
_También se comienzan a mover, directos al parque, una serie de chicos y chicas que no portan regalo alguno. Ellos pagaran unas litronas, como atención especial por S. Valentín. "¡Bien!", gritan la mayoría.
_El chico guapo deja el regalo encima de un pequeño saliente de mármol, espera a que se concentren, más, las personas en ese rincón. Son unos diez y los obsequios empiezan a llegar a las manos de las ilusionadas chicas. A los pocos minutos ya solamente queda el deseado paquete, "ah, si fueran unos zapatos", del indeciso. Any y su amiga rubia esperan a que se decida por una de las dos. Están solos.
_Los tres cruzan sus miradas, compenetradas y compinchadas por ese instinto seductor al que sospechan todos que están jugando. 
_De pronto, Any nota unos golpecitos en su columna vertebral. Alguien la increpa.
_Es otro compañero de los últimos de la clase. Uno con el que apenas había cruzado unos saludos o alguna pregunta temática sobre algún oscuro apunte de los de matemáticas.
- Toma Any, como hoy es fiesta y... bueno, tengo esto para ti. Cógelo, anda, que me da un poco de corte pero es mejor que acercarme cuando estés sola, ¿verdad? - El recién llegado se ruboriza.
- ¿¡A ver, a ver, ¿qué es!?. - Y ofreció su mano derecha, la guapa niña.
_Recibe un sobrecito, con lo que pretendía y parecía ser una diminuta carta. "Ohhhh", exclama Any, con una terrible desilusion en sus ojos. Es un paquete demasiado pequeño.
_No obstante lo abre intrigada.
- Es un poema, ¡mira, mira! - Exclamó dirigiéndose a su compañera de seducciones.
_En esto, el muchacho del gran regalo le da el paquete a la rubia. Ésta lo abraza con avidez manual y le propina un beso en la cara al aludido. Se coge de su brazo y se encaminan al parque. 
_Any se lleva un tremendo disgusto y no puede evitar soltar una lágrima y no puede evitar un pequeño temblor de manos. No puede evitar dejar caer el sobrecito del compañero poeta y ponerse las manos en la cara. Y Any sale corriendo sintiéndose la noña más despechada del mundo.
_Su tierno compañero recoge el sobrecito y lo abre ....quisiera poder ofrecerte el mundo... quisiera poder regalarte un barco enorme... quisiera que tu paciencia fuera tan enorme como mi amor...... 
_El chico se cansa de leer el poema, al cual le salpica una lágrima de odio. Y lo tira al suelo.
_Any se marcha a su casa muy dolorida.
_Any ama el día de S. Valentín, porque es muy romántica.
_Ella aprende que San Valentín es accionista de EL CORTE INGLES.