jueves, 11 de febrero de 2010

EN EL CAMPUS

Con la vista alzada
Hacia el camino abierto
Alrededor flores henchidas
De azul sobre gris
Y azul siempre azul
Allí donde vive el Arco Iris
El tiempo tocado de freno
Con mano firme para la ilusión
Alrededor flores henchidas
De luz sobre claro
Y luz siempre luz
Con el futuro visible
Allí donde habita la juventud
Cantos de alegría
Contagian la libertad
Alrededor flores henchidas
De crisol de razas
Y el hombre en busca del ser
Allí donde el miedo se vuela
Ayer lo vi
El Edén de la Esperanza
Las flores por doquier
Henchidas en el Campus
Oliendo a risas.
Allí en donde los libros todavía mandan.

viernes, 5 de febrero de 2010

LOS CHANTAJES EMOCIONALES

Los utilizan algunas personas para conseguir sus fines, ganar discusiones, manipular a otras, y tenerte secuestrado emocionalmente.
Puede ser tu pareja, tus padres, tus hermanos, amigos, etc.
Nos ceñiremos primordialmente a la relación de pareja.
En la pareja, que es la sociedad más pequeña que existe, surgen luchas de poder, amén de invertir nuestro capital afectivo e intentar construir algo en común para beneficio de ambas personas. Si uno de los dos intenta imponer sus reglas y objetivos personales, entonces surge el arma, muy utilizada, de la manipulación emocional. El silencio, las amenazas directas o veladas, los celos, o incluso una actitud victimista, so algunas de las estrategias más comunes.
En el caso de que la relación sea fraternal la estrategia que impera es el victimismo y el intento de implantar remordimientos de conciencia.
El chantaje emocional suele estar tan infiltrado en nuestras relaciones, que no resulta fácil reconocer cuándo somos víctimas de él o cuándo lo ejercemos. Si la manipulación es constante e insidiosa puede corroer las bases de la relación.
¿POR QUÉ MANIPULAMOS?
“Para hacer la paz se necesitan dos; pero para hacer la guerra basta con uno solo” (Samuel Butler)
Se acostumbra a asociar la manipulación con personas egoístas, retorcidas, malvadas, maquiavélicas, y en algunos casos incluso de raciocinio débil y cultura más que básica. Es tranquilizador atenerse a esto, pero en cualquier momento dado todos podemos utilizar algún tipo de chantaje emocional, que no hay que confundir con la amenaza.
La manipulación está presente cuando se intenta controlar a otra persona mediante lo que dice o hace, cuando se exige sin dar opción a elegir, o cuando se menosprecia la autoestima ajena de manera más o menos capciosa. Es utilizar a otra persona para un beneficio propio. Se suele utilizar el desdén, la humillación o la crítica. Si se lleva al extremo estamos hablando de maltrato psicológico, muy dañino, que poco puede tardar en convertirse en maltrato físico.
Nadie reconoce nunca que utiliza el chantaje emocional y sí que lo han maltratado psicológicamente. La hipocresía juega un papel estelar.
JUEGOS DE DOMINACIÓN
“La pasión de dominar es la más terrible de todas las enfermedades del espíritu humano” (Voltaire)
Para que resulte efectivo, el chantaje emocional debe producir una mezcla de temor, obligación y culpa, a fin de que la pareja acabe sucumbiendo a las propias expectativas.
ALGUNAS ESTRATEGIAS:
EL CASTIGO. Se amenaza con que vienen malas consecuencias, si el otro no realiza lo que uno desea, de manera más o menos implícita.
EL AUTOCASTIGO. La amenaza es hacerse daño uno mismo si el otro no nos obedece, llevado al extremo del suicidio.
EL SILENCIO. Su pone una manera de mostrar el enfado. El otro, a menudo, siente que sólo cediendo mejorará el clima de la relación.
EL VICTIMISMO. Es hacerle ver lo mucho que sufrirás si no te sales con la tuya, si no te obedece.
LA CULPA. Se utilizan los reproches para que al otro le surjan sentimientos de arrepentimiento o remordimientos de conciencia.
LAS PROMESAS. Se ofrecen promesas maravillosas que, por ser poco realistas, rara vez se acaban cumpliendo.
DAR PARA RECIBIR. Se ofrecen ayudas o favores como un modo de atar a la otra persona y favorecer su sumisión.
UN FENÓMENO RELACIONAL
“La persona que domina, explota y lastima es tan dependiente como la persona sumisa. Ninguna de las dos puede vivir sin la otra” (Erich Fromm)
A menudo el chantaje va en las dos direcciones y entonces se recrudece con escaladas de agresiones cada vez más intensas y despiadadas.
Un observador neutral puede distinguir el proceso pero si sólo escuchamos a una parte se incurre fácilmente en una visión parcial.
Si el chantaje es unilateral le riesgo es que aumente paulatinamente la diferencia y el desequilibrio en la relación a favor del chantajista.
DETECTAR LA MANIPULACIÓN
“Cuando se teme a alguien es porque a ese alguien le hemos concedido poder sobre nosotros” (Herman Hesse)
En relaciones laborales no parar a tiempo al “compañero” que trata de acceder a un estado de superioridad sobre nosotros hará que aceptemos su dominio cada vez con más sumisión en el tiempo.
Es conveniente estar atento a las propias sensaciones y sentimientos ante los mensajes que se reciben del otro, escudriñarlos, consultarlos con alguien neutral. Es importante diferenciar entre una petición y una exigencia. Pedir implica otorgar la libertad al otro para elegir entre satisfacer o no la solicitud, teniendo en cuenta su opinión. En cambio, al exigir no se proporciona tal alternativa y se ignoran los sentimientos y las necesidades de la otra persona. Diferenciar estas opciones aprende a distinguir cuándo se es objeto de manipulación o cuándo uno mismo la utiliza como vía indirecta para conseguir lo que desea.
Los manipuladores suelen buscarse acólitos: amigo/a, hijos, familiares allegados, jefes ante los cuales se dejan manipular, madres, etc.
SALIR DEL JUEGO
“La persona más poderosa es aquella que es dueña de sí misma” (Séneca)
Los juegos de dominación más intrincados implican un mensaje doble o ambivalente. Es decir, lo que se expresa no concuerda con el tono que se utiliza, o detrás de una petición legítima se esconden fines subterráneos que responden a intereses personales. Por ejemplo: “No hace falta que vengas ya me las arreglo yo solo y así tú te podrás dedicar a otra cosa que te conviene”, con esto te está apartando.
Un buen modo de desmontar las trampas manipuladoras es hacer explícito el juego. Con respecto al ejemplo anterior sería algo así: “Sospecho que si no voy tendrás un motivo para echarme en cara”
En las relaciones personales es crucial una comunicación clara y honesta que permita aclarar las situaciones ambiguas.
El juego de manipulación deja de tener poder sobre uno mismo cuando se reconoce como tal. Y aludir a los propios sentimientos o sensaciones resulta mucho más eficaz que emplear un tono acusador, que suele generar más barreras y reacciones defensivas en vez de comprensión.
PRESERVAR LA RELACIÓN
“El amor no es sólo un sentimiento. Es también un arte” (Balzac)
Platón definía la política como el arte de vivir en sociedad. La pareja es una comunidad de dos personas en la que puede darse tanto una lucha encarnizada por el poder como una pugna soterrada de control y subyugación. Pero también es posible construir una relación con una política democrática y solidaria, basada en el respeto y la comprensión mutuos. Ambos miembros de la pareja pueden decidir deponer sus armas manipuladoras y ayudarse mutuamente a reconocer con lucidez y humor cuándo ponen en marcha este tipo de artimañas. Para ello es imprescindible aparcar el orgullo a un lado.
En todo caso, cada persona decide si hacer de la pareja un campo de batalla o un lugar de encuentro y de cooperación que aporte riqueza a ambos. Sobre todo, si ambos saben que se quieren el uno al otro.
PARA SUPERAR LAS CRISIS. PELÍCULAS:
¿Quién teme a Virginia Wolf?, de Mike Nichols.
Un matrimonio enzarzado en una lucha de poder, donde cada uno conoce perfectamente los puntos débiles del otro.
“Maridos y mujeres”, de Woody Allen.
Una pareja entra en crisis al conocer que sus mejores amigos se separan.
“Te doy mis ojos”, de Icíar Bollaín.
Un ejemplo de manipulación llevada al extremo del maltrato físico y psicológico donde se puede llegar a vislumbrar la muerte de la mujer.