viernes, 21 de noviembre de 2008

"K" ATARSIS sociológica en clave de LISTO/TONTO/LISTO

LISTO Pronto. Diligente, expeditivo, apercibido. Preparado, dispuesto para hacer una cosa. Sagaz, avisado.
TONTO Mentecato, falto o escaso de entendimiento o razón. Sin orden ni concierto. Mostrar petulancia, vanidad o terquedad. Persona muy necia e incapaz. Sin recursos mentales para solventar situaciones normales.

Los conceptos de arriba son un resumen enciclopédico, excepto la cursiva que es más drástica y personal, para dos términos que, como el frío y el calor, se dan valor el uno al otro.
En el tema de listo/tonto/listo todos intervenimos. Comienzo con el término listo, en el proceso, porque los tontos no existen. Sí que existen los listos que te tratan como tonto. Ya abundaremos en esta cuestión. Antes quisiera exponer que las personas con discapacidad, con merma intelectual, psíquica, física o todo junto no los englobo en el término tonto, ni muchísimo menos.
Voy por otra andadura de más enjundia con respecto al tema a tratar.
¿Por qué digo que los tontos no existen? Yo me refiero a los que denomino tontos a secas, pues los tontos/listos están por todas partes. O, es decir, las personas que sólo se “obligan” para un único interés en sí mismos donde utilizan la parte lista para ello precisamente y la parte, supuestamente, tonta para “escaquearse” de cualquier labor que no les beneficie y que la desarrollen los demás, que para eso son los listos.
Los listos a secas, ¿existen? Sí, y algunos, los menos, acaban la trayectoria en la inteligencia que su propia listeza les ha facilitado si acatan que los demás no son personas a aprovechar sino simplemente seres humanos, ciudadanos con los que hay que convivir. Pero, cuidado, en situaciones de decisiones puntuales pueden dar el salto a listo/tonto, donde los listos a secas se aprovecharán, sin duda. ¿De dónde salen los listos a secas? Pues, reafirmo, que aunque sus madres sean unas santas ellos son unos... en fin, otra cosa; y provienen de aprovecharse, una y otra vez, de las personas nobles, bondadosas, honradas, conscientes de serlo o no, y que esos individuos no tienen ningún reparo en joder, incluso con diplomacia.
Ahora bien, puedes pasar por tonto/a si no dedicas la atención necesaria, voluntariamente o no, a tus defectos, quizá por vagancia y/u orgullo, y no potencias tus virtudes, porque simplemente crees que es una pérdida de tiempo y que los demás no te merecen, ya que sufres por tus mermas, engañosamente, de nacimiento. “Es que yo soy así”. Pues nada, a vivir con resquemor y sin sentido del humor. ¿Es esto tonto?
Co
nvivir para aprovecharse de los demás y tomar los favorcillos que te hacen como si fueran pequeños timos escrupulosamente diseñados por ti, ¿es eso listo?

1 comentario:

MANUELO dijo...

He sentido vergüenza propia al releer mi escrito, pero me consuela el hecho de que he sentido muchísima más vergüenza ajena.