martes, 8 de mayo de 2012

DOBLE ANDÉN

La muchacha aposenta sus nalgas sobre la rancia maleta, préstamo de su tía. El andén, de losas de hormigón desvencijadas, se haya custodiado por dos vías: una va y la otra viene: ¿cuál es cual?
Vuelve a su pueblo, abandonando la gran ciudad, obligada a casarse con un primo. Heredero de una hacienda. Son los años cincuenta.
Dos trenes van a estacionarse a la par.
Escudriña el horizonte por enésima vez.
Escucha unas risas a su espalda.
La máquina de vapor ruge incansablemente para partir.
Entonces rompe el billete.
Y se aleja.

1 comentario:

MANUELO dijo...

Este microrrelato paticipa en el concurso cercanías-renfe de Madrid, y me exigían no más de cien palabras. EA!