Siempre tuvo la sensación etérea de conexión con su futuro, cuarenta años adelante, ante esa flor, de arrepentimiento. Sabía que después se acordaría del antes (buen título para un buen escrito). Y ahora tiene miedo de agarrar una nueva flor. Vence ese miedo, valiente, le digo.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
1 comentario:
Ustedes, me puedan perdonar que mantenga activo este blog hasta una nueva predisposición para añadir escritos más contundentes...
Publicar un comentario