martes, 28 de septiembre de 2010
De WALL STREET hacia el 29S
En tiempos felices de bonanza económica los bancos americanos concedían créditos para hipotecas con el único aval del propio inmueble que no paraba de subir de precio. Esta práctica la copiaron por todas partes, en especial aquí en España creando la Burbuja Inmobiliaria que no se quiso ver pues la financiación de los ayuntamientos se sustentaba en ella mediante la recalificación de terrenos. ¿Pensaban que cada familia española debería poseer un piso por miembro? Mientras tanto, allí en USA, los particulares, a base de préstamos, se metieron a promotores inmobiliarios y a especular con la subida de precios para vender los pisos apenas recién comprados. Pues bien, como la economía tiene vida propia y en una sociedad tan liberalizada para el Capital, como es la estadounidense, la gente cambia de ciudad y de trabajo fácilmente, sucedió que muchos créditos dejaron de pagarse por la temporalidad y elasticidad de los trabajos. Inmediatamente los precios de subida de las viviendas se estancaron debido a que La Banca comenzó a no prestar dinero, a no fiarse, entonces la construcción se paró, y esas hipotecas sin pagar se convirtieron en las Hipotecas Basuras camufladas en los productos tóxicos. Surge La Crisis Financiera Internacional. Llega J. L. R. Zapatero, que para ganar las Elecciones Generales de 2008 en España no reconoce crisis alguna (bueno, es un poco indecente pero vale), es el primero de los desvaríos que cometerá. Gana los comicios y sigue sin reconocer la crisis. Esto ya no es disculpable. Siguiendo la tónica general le cede dinero al sistema financiero para que vuelva a tener liquidez (o sea, un amigo) y puedan prestar, y ese dinero es conservado por el sistema financiero para su propia protección y desaparece, prácticamente. Funde los ahorros de la Seguridad Social, en un gesto socialista que llena de odio al contrario (el PP, ¡anda que éstos también!) y pierde su apoyo, confiando que la crisis, ahora ya sí reconocida, dure sólo unos meses. Pero la cosa va para largo. Una vez la “hucha” vacía, pretende llenarla para el futuro con el dinero de los pensionistas, funcionarios, y demás recortes sociales, que es la única opción que le deja la situación. Los adinerados aprovechan la oportunidad para decirle que ellos sí sabrían llevar los RECORTES por buen camino, no como él. En un pataleo trata de subirle los impuestos a los ricos para cabrearlos del todo, que de poco servirá.
Los sindicatos se defienden de tanta agresión y proponen, algo tarde, la HUELGA GENERAL del 29 S. Y que cada cuál la interprete cómo quiera, ya que es un derecho que la Constitución protege y nunca una obligación.
¿No hubiera sido mejor reconocer la Crisis Financiera y no haberle prestado dinero a los de las finanzas? Ya que ahora es el propio Gobierno quien necesita el préstamo transformado en Deuda Exterior, para que nos tengan bien cogidos de nuestras más íntimas partes a todos los españoles, los extranjeros que nos compran esa deuda. Digo yo, que soy de los recortados.
lunes, 20 de septiembre de 2010
Bye Bye RÍOS
Debo reconocer que por el mero hecho de ser ambos paisanos junto a la expectativa que creaste con el marketing no resistí la tentación de asistir.
Increíble la sensación que sentí. El mejor concierto de mi vida. Hasta tu despedida. BYE BYE RÍOS está, si no más, al nivel de ese año de 1982.
Entre medias de los dos eventos he estado cerca de ti en media docena de ocasiones y siempre me has transmitido mucha honestidad y bastante simpatía que se confirma cuando rehúsas presentar a la guapísima chica Lúa como tu hija y lo haces como cantante vocalista de un grupo. No vaya a ser que la malafollá de algunos críticos te la malograsen. Te felicito.
Tus amigos: Lapido, Ana Belén, Gold Lake (tu hija), Rosendo, Carlos Goñí, Pereza, Amaral, Manolo García… y que me perdone quién se me esté olvidando, te acompañaron, y sospecho que de tú haber querido hubieran estado contigo más de un centenar. Enhorabuena.
Qué sonido; qué forma magistral de incluir temas viejos con los tiempos modernos; qué duetos; qué pelos de punta, y qué forma tan escandalosa de silbar, aplaudir, bailar y cantar. Yo hasta dos “olas” hice.
No puedo imaginar otro sitio mejor de disfrute que el Palacio de Deportes de Granada el 17 de septiembre de 2010, durante esa noche.
Por circunstancias (¡váya una polla!, siempre son las cosas por circunstancias) fui a verte solo. Añado que pocas veces me he sentido tan acompañado. Y, encima, ligué algo. Te mando un abrazo, tío. Así es como me gustaría jubilarme a mí; en pleno apogeo social y físico, como tú.
Ojala tomemos ejemplo, D. Miguel.
Firmeza (que te sobra) y muchísima suerte (que la tendrás).