viernes, 3 de septiembre de 2010

UN REMEDIO CAPRICHOSAMENTE INESPERADO (sin comas)

Un tipo charla con su reciente médica de cabecera justo antes del momento de la despedida en la que ambos repasan las necesidades farmacéuticas que requería el paciente y que la doctora deseaba concluir el diagnóstico ya repetido en varias ocasiones sobre malestares generales debido a la insistencia de él que comenzaba a considerar de una pesadez extrema cuando inesperadamente la increpa para que le recete algún remedio contra el rencor y las ansias de venganza que en ocasiones lo atosigaban que pilló desprevenida totalmente a la médica pero que no tardó en reaccionar para levantarse y regalarle un abrazo y exhortarle en buena medida de que ése era el remedio que necesitaba y que lo buscara y ahora son amigos.

2 comentarios:

MANUELO dijo...

Por si no te has dado cuenta: No existen comas en esta pequeña narración.

guitarra electrica dijo...

Igual se entiende, saludos.