jueves, 1 de septiembre de 2022

Ella, tú y Él

 

Cinco mil millones de años

llenos de furia electromagnética

repletos de incertidumbre cuántica

abarrotados de luchas microóndicas

de infiernos calóricos

y helados colapsos.

Pero al fin surgió el equilibrio.

Tres mil millones de años

desde los experimentos bioquímicos

al ADN, molécula mágica y misteriosa e invencible,

a la espectacular mitosis celular

para que la vida ya no parara de trabajar nunca.

Y ahora estamos todos aquí

quejándonos por menudencias todo el rato

menospreciando el enorme esfuerzo cósmico

de trece mil millones de años

para que podamos respirar.

Y vivir.

Tus quejas, y las mías, sí, sin fuste la mayoría,

ofendiendo a La Tierra y al Sol, dolientes con el tiempo,

no dudes que el Universo las reciclará. 

1 comentario:

MANUELO dijo...

A veces, muchas veces, quejarnos no sirve para nada excepto para frustrarnos aún más por la energía mal empleada. SALUD y SUERTE.